Una de las prácticas que se han puesto de moda tanto en medios online como en blogs y redes sociales son los llamados contenidos clickbait. El clickbait o click-baiting, que se traduce literalmente como «cebo de clics«, es un método con el que se intenta conseguir el mayor número de clics a un artículo, y de este modo generar visitantes y, por lo tanto, ingresos para la página. ¿Cómo se consigue? Pues apelando a la curiosidad del usuario, con titulares no del todo claros, llamativos y que incitan al internauta a visitar el contenido y compartirlo en sus cuentas de redes sociales, en especial en Facebook.
Ejemplos de clickbait
El clickbait no es algo completamente nuevo: ya se usaba hace años en los banners publicitarios, con fotografías impactantes, así como en los vídeos de YouTube: es innegable que la imagen que vemos antes de que activemos la reproducción puede aportar muchas visitas que no estarían interesadas de tratarse de una imagen más discreta.
Pero en la actualidad existen webs que prácticamente basan toda su contenido en esta práctica, como es el caso de Buzzfeed. Incluso medios tan reputados como El País han creado algo así como sus propios espacios para el clickbait, como es el caso de su sección Verne.
¿Qué prácticas son habituales para conseguir el ansiado clic? Por ejemplo, los listados («10 cosas asombrosas que no sabías sobre el cuerpo humano»), los titulares que te dejan a medias («La reacción de este gatito te sorprenderá») o las típicas curiosidades sobre famosos, que no son más que una recopilación de imágenes («Impactantes imágenes de actrices antes y después del maquillaje»).
Relación entre click-baiting y posicionamiento
En primer lugar, hay que señalar que la tendencia de usar titulares que persiguen el deseado clic está desplazando a la práctica hasta ahora mayoritaria, de emplear titulares «Seo friendly». Es decir, pensados para destacar aquellas palabras clave por las que el medio o blog se quería posicionar. Por este motivo, aunque Google no cambie de nuevo su algoritmo, estos contenidos no estarán tan bien posicionados como otros cuyos titulares sean más «informativos» o se ajusten a criterios estrictamente de SEO.
Pero, para compensar esta pérdida, si el titular click-bait es efectivo, puede llegar a convertirse en viral y a ser muy compartido en redes sociales, lo que mejorará sus resultados en los buscadores. Aunque en la mayoría de las ocasiones, el objetivo de estos contenidos, como ya hemos explicado, es que el usuario visite la página.
Facebook penaliza el clickbait
El problema de este tipo de contenidos para el SEO es que, en muchas ocasiones, no se trata de información relevante o que aporte valor al usuario, justo lo que Google quiere potenciar en sus resultados de búsqueda. Además, algunas redes sociales ya han puesto en marcha acciones para limitar el alcance de estos contenidos. Facebook ha modificado su algoritmo para que no se consideren relevantes los contenidos que reciben miles de clics, sino que también sea determinante el engagement. Es decir, que el usuario lea el artículo y no vuelva inmediatamente a la red social porque éste no le interesa.
Asimismo, en otras webs se han puesto en pie de guerra contra el clickbait, como por ejemplo en el popular agregador de noticias español Menéame, donde son sus usuarios los que eligen los contenidos que acaban en portada. Los «meneantes» en los últimos tiempos tienden a hundir este tipo de contenidos con votos negativos, que los convierten en irrelevantes.
El clickbait utiliza las mismas técnicas que usan los diarios sensacionalistas, que en España nunca han tenido muy buena acogida
A día de hoy no sabemos si el click-baiting es una práctica de moda, que acabará desapareciendo como las efímeras cabeceras de los diarios sensacionalistas a las que parece imitar, o si, por el contrario, el internauta seguirá picando ad eternum en estos cebos digitales. Eso sí, de momento, Google no va a penalizar estrictamente esta práctica aunque sus características no la hacen muy recomendable si se quieren obtener mejores resultados de SEO.
La imagen del post es de Luis Maram.